EVANGELIO EFECTIVO
“Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos.” Isaías 26:4
Muchas personas inculpan a Dios por los problemas de la sociedad. Alegan que el evangelio y la religión son ineficaces y que si Dios existe por qué, entonces suceden las cosas que suceden. Un hombre hacía este cuestionamiento a un pastor y le mostraba las condiciones degradantes en que tantos hombres y mujeres vivían y de ahí su argumento de la ineficacia de Dios. El pastor respondió que en tanto el hombre no dirija su rostro a Dios, nunca tendrá la oportunidad de comprobar la efectividad de las promesas de Dios “Eso es lo que pasa con Dios”, le explicó el pastor a su amigo. Muchas personas ven como se degradan sus vidas y sus conductas se desvían, afectan su existencia y la de las personas que les rodean y encima le echan la culpa a Dios por la realidad nefasta que les toca vivir, cuando ellos mismos son concientes que nunca han dirigido su mirada a Dios, ni le permiten a Él que trabaje en sus vidas y les transforme poco a poco. Si en lugar de quejarte con Dios y levantar tu puño al cielo te acercaras a Él, le dirías que estás sucio por el pecado, maltratado por la vida y que ves cómo tu apariencia se va desgarrando, Él te sanaría, te daría una nueva vida y te explicaría muchas cosas que hoy no entiendes. Cuando preguntes otra vez: ¿Dónde está Dios? Míralo, está allí, afuera, donde le pusimos con nuestro obstinado corazón, bien afuera, pero esperando para entrar y conversar contigo. Dice Apocalipsis 3:20: “He aquí yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él con migo.”
La disposición de Dios se hace evidente desde la creación misma, buscando a Adán, llamando a Abraham, perdonando, sanando y en Jesús haciendo milagros. Si tú no quieres ver el obrar de Dios, es tu problema, pero Dios está allí, siempre estuvo y su mensaje sigue cambiando vidas.
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Quìén soy?
Hola! ¿Quién soy? sòlo se que tengo que levantarme y trabajar, pero algo se me olvida más no me acuerdo; tqngo que viajar por el mundo, peleando y sufriendo para sobrevivir, pero se que algo me falta, viajo por este mundo sin sentido con temor que el hombre me haga daño mis pies me guían, no sé a dónde, las piedras me hacen tropezar. Se que alguien me acompaña, màs no recuerdo quièn es. LLegando la noche -al dormir en mis sueños- alguien me recuerda quien soy y recuerdo quien me acompaña
!!Gracias Jesucristo!!
Lalo
!!Gracias Jesucristo!!
Lalo
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