“EL ENVENENAMIENTO DEL DESAMOR”
Por paco palafox
Ese síntoma que ataca de repente y que casi todos hemos sentido, estamos sintiendo o quizá sentiremos, ese síntoma de pensar que nuestro mundo se acabó cuando la persona que amábamos y que decía que nos amaba, simplemente cambió de discurso y dijo “adiós”…
Todas las palabras de amigos tratando de consolar, animar o simplemente distraer se hacen aire y no se les encuentra sentido, el cerebro se bloquea, la mirada se fija en la nada y el cuerpo se vuelve una especie de robot autista sin coordinación motriz y sin dirección, escuchando mil veces la misma canción que hace evocar los momentos de amor o aun más, alimentando ese momento de desamor que se está viviendo.
Sentados frente a la computadora, checando el correo electrónico cada diez minutos esperando recibir “su email”, revisando paranoicamente su Facebook para revisar sus fotos y adivinar su estado de ánimo o si ya anda con alguien más y comprobar en qué nos ha mentido, con el celular a un lado a todo volumen, esperando ese tono musical que anunciaba su mensaje o su llamada, y así sin encontrar respuestas a esos “¿por qué?” se pasan los días, las semanas y a veces los meses, hasta darse cuenta que la luz del sol sigue afuera esperando volver a dar calor, y que la única fuerza que puede volver a reponer las piezas perdidas del corazón es Dios, y que es Él mismo quién puede ayudar a entender todo lo que se debe de aprender, entender, cambiar, corregir, aceptar, y mejorar…
Este escrito nos ayuda a entender eso que DEBO DE APRENDER para no permitir que ese “envenenamiento del desamor” siga creciendo dentro de nuestro ser.
DEBO APRENDER que no debo poner toda la motivación de mi vida en una persona.
DEBO ENTENDER que NO SE DEBER ROGAR AMOR y que una relación de pareja no es para vivir angustiado.
DEBO ACEPTAR que en el amor, como en cualquier otra cosa de la vida, existen los tropiezos, las caídas y los dolores, y el miedo lo único que hace es dificultar más las cosas.
DEBO APRENDER que no es bueno sobre valorar, endiosar, ni idealizar a nadie. Porque todos somos humanos, y no debo esperar de mi pareja más de lo que puedo esperar de un ser humano.
DEBO APRENDER que es bueno ser como soy, siempre y cuando eso no implique faltar el respeto a quien esté conmigo.
DEBO ACEPTAR que en algunas ocasiones es necesario pasar por un gran dolor para conocer una gran felicidad, ya que a veces el suelo del fondo es el más apto y firme para brincar.
DEBO ENTENDER que el sentir algo hoy, no implica que lo sienta mañana, y así como me permito disfrutar, también debo permitirme llorar, ya que el dolor es parte de la vida, al igual que el placer.
DEBO ENTENDER que la comodidad que me brinda la rutina es falsa, porque la vida está en constante cambio, por eso es necesario aprender a tolerar la inseguridad natural que se maneja en la vida cotidiana.
DEBO ACEPTAR que los planes pueden desaparecer en un instante, porque el futuro se mueve como él desee y no como a mí me de la gana. Si éste me permite hacer algunas cosas sobre él, debo estar agradecido y no lamentándome por todo lo que no pude hacer.
DEBO ACEPTAR que alrededor del amor, la sociedad ha creado muchas cosas que son un fraude. Por eso debo dejar de volverle la cara a la verdad sólo por seguir en una falsa comodidad o por miedo al dolor. Si la vida me demuestra que aquello en lo que puse mi corazón es una mentira, debo aceptarlo; llorando, desahogándome y renaciendo como la nueva persona que seré.
DEBO MEJORAR mi autoestima… Para que la partida de quien quiero no me haga sentir despreciado, humillado o rechazado. Para no ser tan sensible al abandono. Para que no hiera mi ego. Para no terminar creyendo que me dejaron por feo, viejo, pobre, gordo o por tonto. Para poder aceptar que simplemente funcionó el tiempo que tuvo que funcionar. Para no arrastrarme poniéndome de alfombra a los pies de nadie.
DEBO ACEPTAR que a quien le agrado hoy, no es seguro que le agrade mañana. Y eso no tiene por qué ofenderme si lo acepto. Si acepto que a veces las personas no pueden dar más. Si acepto que quien esté conmigo tiene derecho a no estarlo y a que yo ya no le guste. Si acepto que quien amo, tiene derecho a tomar sus propias decisiones, aunque a mi no me satisfagan.
DEBO RECORDAR que a veces, lo bueno se obtiene esperando y que presionando se arruina. Por eso es necesario tener paciencia, esperar tranquilamente y recordar… Que la impaciencia es producto de un impulso emocional que tal vez pronto pasará. Que la impaciencia asfixia a quien está conmigo. Que la presión se puede convertir en irrespeto. Que tomar una decisión mientras estoy impaciente es peligroso, porque estoy influido por un estado emocional extremo y pierdo toda objetividad, ahí no va mi verdad, va mi impulso, mi compulsión, y podría hacer algo de lo que me arrepienta.
DEBO APRENDER a no ser posesivo. El que alguien se vaya no es perder una pertenencia que me gustaba mucho. Mi pareja no es mía, es prestada, y “su dueño” tiene derecho a llevársela cuando desee.
Y aunque “ser dueño” de alguien brinde más seguridad que tenerlo prestado, DEBO ENTENDER que eso es una ilusión. Aunque crea que es mía, no lo es, por lo tanto… No puedo decidir sobre la vida de quien esté conmigo. No puedo esperar que haga sólo lo que yo desee. No puedo controlarle, manipularle, adueñarme de ella, ni controlar su destino. No debo reclamarle a Dios porque me quitó lo que me prestó. Pero sobre todo:
DEBO APRENDER que nunca dejaré de aprender, y que mientras continúo aprendiendo, debo permitirme vivir y sentir. Y ahora, que me empiezo a recuperar de los dolores que sufrí gracias a que ni siquiera había aprendido que había mucho que aprender, lo único que me queda es, tomar un gran suspiro y decirme a mí mismo… VUELVO A EMPEZAR…
tomado de www.pacopalafox.com espero que el paco no se enoje
jueves, 7 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Quìén soy?
Hola! ¿Quién soy? sòlo se que tengo que levantarme y trabajar, pero algo se me olvida más no me acuerdo; tqngo que viajar por el mundo, peleando y sufriendo para sobrevivir, pero se que algo me falta, viajo por este mundo sin sentido con temor que el hombre me haga daño mis pies me guían, no sé a dónde, las piedras me hacen tropezar. Se que alguien me acompaña, màs no recuerdo quièn es. LLegando la noche -al dormir en mis sueños- alguien me recuerda quien soy y recuerdo quien me acompaña
!!Gracias Jesucristo!!
Lalo
!!Gracias Jesucristo!!
Lalo